Encontrar la felicidad es una aspiración
innegable e indiscutible, presente en todo ser humano, todos queremos ser
felices, disfrutar de esa sensación placentera de satisfacción, complacencia y plenitud que armoniza el ánimo
y el espíritu, pero ... ¿cómo conseguirlo?
Los componentes de la felicidad
son complejos y difusos, pertenecen a ese mundo íntimo y vivencial de cada persona,
sin embargo podemos detenernos en varias claves que nos permitirán un mayor
acercamiento a esa tan deseada y buscada sensación de FELICIDAD.
Las características personales, el entorno
y las necesidades de autorrealización
son las claves esenciales que nos señalan la proximidad o lejanía en la que nos
encontramos, respecto a la ansiada meta de la FELICIDAD.
Características personales como ser una persona optimista, abierta y flexible a los cambios, con una buena capacidad de adaptación, con una
actitud positiva hacia la vida y habilidad para sobreponerse a las dificultades
y contratiempos, sabiendo administrar las emociones negativas, satisfecha y
orgullosa con la vida, ... son cualidades que proporcionan el mejor pasaporte
hacia la felicidad.
Si a esas características se suma
un entorno benévolo, un entorno que
satisfaga nuestras necesidades de seguridad, salud, recursos; nuestras
necesidades de pertenencia, de relación,
amistad, afecto; necesidades de reconocimiento, respeto, libertad. Y si a todo
esto, además, añadimos la necesidad de autorrealización,
la satisfacción por alcanzar metas y objetivos, mirando al futuro con optimismo
y esperanza, con confianza en que nuestras expectativas se cumplirán, albergando
la consideración de sentirse un miembro útil y valioso de la sociedad,
estaremos muy cerquita de tocar el cielo, y por ende la FELICIDAD.
(...) Pero
el camino verdadero para conseguir la felicidad pasa por hacer felices a los
demás.
Sir Robert Baden Powel
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