Otra de las situaciones que pueden originar ansiedad son aquellas en las cuales nos enfrentamos a ESTÍMULOS FÓBICOS.
La fobia es un miedo irracional y desproporcionado que algunas personas experimentan ante algunos objetos o situaciones. El miedo o ansiedad se desencadena solamente ante esos objetos o situaciones.
Existen multitud de fobias, claustrofobia, agorafobia,... aunque de manera más sencilla es común decir, fobia a ...y el estímulo que la causa, fobia a la sangre, a las alturas, a comunicarse con los demás, a viajar en avión, etc. Todas estas fobias constituyen el estímulo desencadenante de un cuadro de síntomas altamente incapacitante para el que la padece, aún a sabiendas de que tal reacción ante un estímulo inócuo es irracional y desmedido.
¿Por qué se reacciona así ante un determinado estímulo?
El estímulo fóbico, capaz de provocar un cuadro de ansiedad, es sólo una causa aparente tras la cual se esconde una causa real, atroz y horrible. Veamos, detrás de toda fobia existe un acontecimiento traumático, doloroso y difícil de articular y encajar en nuestro esquema vital, ese hecho o acontecimiento traumático queda simbolizado en el estímulo fóbico como modo de defensa.
Un ejemplo clásico, paradigma de la explicación fóbica, es la fobia al color rojo.
En este ejemplo el color rojo es el estímulo fóbico o causa aparente, este estímulo puede enmascarar un hecho o acontecimiento estresante altamente traumático, vivenciado de manera de modo dramático, como por ejemplo, una agresión, un atentado, un accidente, etc. Asumir y elaborar esas situaciones requiere un esfuerzo psíquico extraordinario, por ello ante acontecimientos tan brutales la mente se defiende mediante un falso olvido, relegando la vivencia traumática al subconsciente más profundo, sin embargo, cuando el estímulo fóbico, el color rojo, por medio de una asociación de ideas, puede evocar la situación o el hecho traumático y hacer que aflore en la consciencia, reiterando el sufrimiento que en su momento produjo, es entonces cuando la mente se defiende desencadenando una reacción fóbica, esta reacción detiene el devenir natural del pensamiento, rompiendo la cadena de evocación y sufrimiento.
Vemos por tanto que la fobia tiene una misión defensiva, pero ¿a que precio?
La fobia permite eludir el rememorar un acontecimiento pasado, que sobrepasó la fortaleza psicológica de la persona, bloqueando su recuerdo, pero paradójicamente reporta un nuevo sufrimiento aún más cruel, ya que la persona reconoce la irracionalidad de su miedo o ansiedad, pero no es capaz de sobreponerse a ello.
Así, la persona fóbica paga un alto precio debido a un vericueto psíquico, la mente se protege del dolor y sufrimiento que le produjo un acontecimiento brutal a cambio de una sinrazón incapacitante que provoca a la persona limitaciones en su vida cotidiana.
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