ADAPTACIÓN Y AJUSTE

   Para sobrevivir en el vertiginoso mundo cambiante de hoy día y enfrentarse con cierto éxito a los problemas de la vida cotidiana, es necesario e imprescindible saber adaptarse.

   En Biología, la adaptación es el conjunto de cambios realizados por un organismo para sobrevivir y perpetuar su especie en un ambiente ecofísico dado. Todos conocemos que en la evolución filogenética de las especies aquellos individuos y especies que se adaptan al medio sobreviven y perpetúan la especie, por el contrario, aquellos individuos o especies que no se adaptan acaban extinguiéndose, desaparecen.

   En Psicología la adaptación es el conjunto de modificaciones de la conducta cuyo objetivo es asegurar el equilibrio de las relaciones entre el individuo y su medio de vida, personal, social y laboral.

    Los procesos de adaptación se ponen en marcha cada vez que en una situación dada aparecen uno o varios elementos nuevos o desconocidos, o simplemente no familiares. Se puede entonces, o bien, asimilar e integrar esos nuevos datos a los patrones de conducta ya existente, o bien, acomodar los nuevos elementos transformando el patrón de conducta ya existente, haciéndole así  compatible con las demandas de la nueva situación.

   En este proceso de adaptación se distinguen varios aspectos: puede ser un proceso reactivo, en tanto que se responde de modo adaptado a la novedosa situación; también puede ser un proceso proactivo en cuanto se toma  la iniciativa y se actúa para modificar o alterar el ambiente personal, social y físico, de tal modo que sea más adaptativo y procure mayor probabilidad de conseguir una vida adaptada. En definitiva el proceso de adaptación es un proceso interactivo, ya que nosotros mismos influenciamos nuestras vidas, ambientes y experiencias y al mismo tiempo somos influenciados por todos esos factores.

   Una persona ajustada psicológicamente es aquella que posee un conocimiento adaptativo de sí mismo y de su ambiente, que le permite responder adecuadamente a las demandas ambientales, personales y sociales; por el contrario, el desajuste psicológico dificulta o impide a la persona adaptarse, reportándole, en cambio, un desmedido sufrimiento emocional.

   La Psicología proporciona los medios para aprender cómo adaptarse, ayudando a descubrir los propios recursos que toda persona posee y que facilitan la adaptación, es decir, la Psicología orienta hacia pautas de conducta más adaptativas que permiten sobrevivir en ese mundo cambiante y manejar y afrontar los problemas de modo eficaz y adaptativo.

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