EMPATÍA Y SOLIDARIDAD

   El asesinato, la violencia, la extorsión nunca pueden ser medios para lograr unos fines, sean cuales fueren. El asesinato, la violencia, la extorsión son medios que atentan contra los más elementales derechos del hombre, por tanto son inhumanos y execrables, y las instituciones estatales tienen el deber y la obligación de perseguirlos y erradicarlos.

   Ante medios tan infames y depravados no cabe más que una ley justa y ecuánime y una justicia íntegra, escrupulosa, incorruptible e insobornable.

   Las políticas de apaciguamiento, han demostrado a lo largo de la historia que enquistan y enrarecen el problema, enardecen las ansias de los criminales ante oponentes timoratos, irresolutos y pusilánimes, que ceden ante la perversidad de sus crímenes, exonerando o aliviando las penas impuestas por los delitos cometidos, además de ceder a sus chantajes y exigencias con prebendas y beneficios excepcionales.


   Las políticas de apaciguamiento suelen ser practicadas por gobiernos acomplejados y cobardes, que despreciando los recursos de un estado de derecho recurren a un despreciable "buenismo" aplicando medidas de excepción a conveniencia  de los asesinos, claudicando así ante las pretensiones y exigencias de los extorsionadores y asesinos, Gobiernos incapaces de asumir su error y su cobardía, propensos a utilizar la demagogia, a intoxicar con falsedades y patrañas y endulzar con conceptos encomiables las viles cesiones acordadas con los asesinos.

      Ante tales circunstancias, a los ciudadanos no les queda más que la rebelión cívica, oponer resistencia a tales artimañas y exigir que la ley y la justicia erradiquen el terror que ha sembrado muerte, dolor y desesperanza en miles de familias.


   Hoy en Madrid se ha producido el ejemplo más explícito de EMPATÍA Y SOLIDARIDAD.


   Ante la convocatoria de la asociación VOCES CONTRA EL TERRORISMO, muchos españoles de generoso corazón han compartido y sentido los sentimientos de las víctimas, han admirado su coraje y valentía para liderar la rebelión cívica, y se han solidarizado y adherido a su causa enarbolando la bandera MEMORIA, DIGNIDAD y JUSTICIA.

   En la plaza de la República Dominicana, enclave del monumento a la memoria de todas las víctimas del terrorismo, lugar en el que un 14 de julio de 1986 morían 12 Guardias Civiles y 50 personas resultaban heridas, víctimas de la acción de bárbaros terroristas, miles de personas se han aglutinado en torno a las víctimas para exigir justicia bajo el eslogan "ANTE LA IMPUNIDAD, JUSTICIA".


   La empatía suscitada ante la humillación y desprecio que reciben las víctimas, ha encadenado una actitud de comprensión, solidaridad y adhesión en el corazón de muchos españoles que han asistido a la convocatoria, apoyando y arropando a las víctimas en su noble y legítima causa, asumiendo un compromiso responsable con ellas, no dejarlas nunca solas, porque la causa de las víctimas no es ajena al resto de sus compatriotas, sino una causa común que ellas han liderado.

   Hoy en la Plaza de la República Dominicana han triunfado las emociones, sentimientos y actitudes más sublimes y profundos: empatía, solidaridad, comprensión, apoyo, compromiso, amistad, patriotismo, unidad ...todos, españoles, comprometidos responsáblemente con la misma causa: por las víctimas, por España ¡¡¡ANTE LA IMPUNIDAD, JUSTICIA!!!





   ¡¡¡ JUSTICIA, JUSTICIA, JUSTICIA !!!

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