La falta de autoridad de los profesores, la indisciplina, la ley del mínimo esfuerzo, se traducen en un alto índice de fracaso escolar, abandono de estudios y mediocridad en los conocimientos, los valores y las actitudes.
¿Qué medidas se toman para paliar tal desastre?
Recordemos a PLATÓN: "El objetivo de la educación es la virtud y el deseo de convertirse en ciudadano"
Queda claro que una educación deficiente, como la actual, según los datos, no logrará ese objetivo.
La Educación ha de lograr el ensanchamiento de la mente y del cuerpo, por ello el objetivo de la educación no es sólo transmisión de conocimientos sino que ha de ir encaminada a desarrollar y potenciar, tanto capacidades intelectuales como habilidades físicas, impulsando y suscitando el razonamiento, el análisis y la creatividad, además de infundir y fomentar valores implícitos en el logro de ese desarrollo, tales como la disciplina, la capacidad de superación, la resistencia a la frustración y el esfuerzo.
En definitiva la Educación ha de perseguir un objetivo concluyente, formar mentes críticas, dispuestas a verificar ideas, sugerencias y propuestas, y no aceptar, sin más, todo aquello que se les propone.
Alcanzado ese objetivo, el principal capital de un país serán sus ciudadanos. Ciudadanos libres, con capacidad para gobernarse a sí mismos, con capacidad de crítica, capaces de verificar y constatar, inmunes a la manipulación y el sometimiento.
Una cita de ARISTÓTELES puede arrojar luz a estas reflexiones: "Todos los que han meditado sobre el arte de gobernar a los hombres se han convencido de que el destino de los imperios depende de la educación de sus jóvenes".
Por ello, conocedores del poder de la educación, los gobiernos sin escrúpulos y velados tintes totalitarios, monopolizan la educación de los niños y jóvenes, pergeñando proyectos educativos, no en pro de los educandos, sino acordes a sus intereses políticos, que no son otros que permanecer en el poder y ejercerlo sobre individuos dóciles, sumisos, sin criterio, y con escaso discernimiento, fáciles de subordinar y someter a sus objetivos y demandas.
Objetivo que logran denigrando la educación, las materias importantes quedan relegadas, minimizadas; se priorizan contenidos sectarios mediante asignaturas camufladas con edulcorados apelativos, que esconden miserables programas de lavado de cerebro, donde se alecciona a los niños para imbuirles ideas totalitarias y radicales como dogmas incuestionables, a la vez que inculcan sentimientos hostiles hacia quienes disienten de tales ideas o se oponen a tan siniestra pedagogía.
En ese contexto, lo excelente, lo genial, lo sobresaliente se envilece y humilla; la cortesía, la corrección y el respeto dan paso a la ordinariez, la tosquedad y la insolencia camufladas bajo el épigrafe perverso de "igualdad"; la desfachatez y el cinismo se disfrazan de un "buenismo" miserable y depravado.
Ante tal despropósito y sabiendo que el destino de un país depende de la educación de sus jóvenes... ¡¡PENSEMOS!!
Lo mismo ocurre en muchos países, la verdad es importante hacer algo a nivel global, no invertir en educación es equivalente a destruir el futuro.
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