En un extremo, el estilo de comunicación pasivo, la persona con este estilo de
comunicación no se respeta a sí misma al no defender su propio derecho a
expresar lo que piensa, siente, quiere u opina; bien por miedo a arriesgarse a
las consecuencias, bien porque no sabe como manifestar lo que piensa o desea. La
actitud de la persona pasiva suele evitar conflictos a corto plazo, pero en
contrapartida esa persona nunca conseguirá lo que necesita o quiere ya que con
su actitud los demás desconocen cuáles son sus necesidades, lo que quiere o lo
que desea.
Más cuando uno no se respeta a sí mismo, los demás
tampoco suelen respetarle, aprovechándose de esa actitud timorata y cohibida,
lo que genera, en la persona pasiva, la sensación de no ser respetada y tenida
en cuenta, sensación que le produce resentimiento y enojo hacia los demás, le lleva
a la soledad, al desamparo y a la depresión, a la pérdida de oportunidades, y a albergar un pobre concepto de sí mismo.
En el otro extremo, el estilo de comunicación agresivo, la persona con este estilo de
comunicación no respeta el derecho de los demás a ser tratados con respeto;
utiliza la intimidación, la amenaza y la violencia como medio para conseguir lo
que quiere, generando infinidad de conflictos interpersonales. Tarde o temprano
los demás se apartan de esa persona, condenándola a la soledad, lo que suele
producir sentimientos de culpa, frustración e insatisfacción.
Entre esos dos tipos de comunicación inadecuada se
encuentra el estilo de comunicación asertivo.
La persona asertiva expone honestamente sus sentimientos, opiniones, deseos y necesidades,
salvaguardando sus derechos, y sin atropellar los derechos de los demás. Las personas
asertivas consiguen que los demás sepan lo que piensan, desean o necesitan
creando oportunidades para satisfacer tales necesidades. El estilo de
comunicación asertivo hace que la persona se sienta a gusto consigo misma y con
los demás y evita las sensaciones de resentimiento de y culpabilidad
Fantastic photo:) Greetings
ResponderEliminar